Por: Gabriel Mercado
Si algo útil ha podido conseguir el Ejército en su lucha contra el crimen organizado, es que no necesariamente requiere invertir en armas.
Según información obtenido de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el armamento que es asegurado tanto por esta dependencia, como por las autoridades federales, estatales, del Distrito Federal, y municipales, es puesto a disposición del agente del ministerio público federal, quien se encarga de las investigaciones correspondientes.
Las autoridades judiciales y ministeriales concentran el armamento asegurado a las instalaciones militares para su guarda y custodia, hasta en tanto se determina su destino final (decomiso o devolución).
De acuerdo a la respuesta a solicitud vía acceso a la información, luego que la autoridad judicial determina el decomiso, debido a la ilegalidad del arma, esta se pone a disposición de la Sedena.
Ya en su poder, las clasifica en "útiles e inútiles", efectuando la destrucción de estas últimas, mientras que las que resultan útiles o reparables se mantienen bajo resguardo y son utilizadas "para su aprovechamiento lícito".
Esto debido a que "es competencia de la Secretaría de la Defensa Nacional mantener el control de todas las armas de fuego en el país, de conformidad con lo establecido en la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos", añade la respuesta.
De acuerdo al sitio http://www.lapoliciaca.com (del que ya había hecho mención en otra nota), supuestamente más de 13 mil armas han sido aseguradas en Sinaloa en los últimos 12 años, y más de 11 mil han sido entregadas durante las campañas de donación del Consejo Estatal de Seguridad Pública.
Además, conforme han publicado diversos medios informativos, en el 2007, al cumplirse el primer año de gobierno del presidente Felipe Calderón, se aseguraron 5 mil 216 armas, y en 2010 fueron 83 mil 613. Es decir, la cifra creció mil 603 por ciento. Hasta mayo de este año la cantidad asegurada ascendía a 10 mil.
Estamos hablando que desde el inicio de la lucha contra el narcotráfico, la Sedena fácilmente se ha hecho de cerca de 100 mil armas. ¿Estas realmente les han servido o sólo ponen en evidencia el intoxicante armamentismo existente en México?
Los resultados hablan por sí mismos, la violencia continua su marcha y sin esquemas tácticos ni inteligencia, de nada servirá llenar las bodegas de armamento ni desarmar a los delincuentes cuando de inmediato vuelven a conseguirlas.
Sin embargo, aún con todos estos aseguramientos, la Sedena sigue gastando en sus propias armas y casquillos, esperen más detalles e información al respecto en este blog.
*Crédito de la imagen: Simon Howden.
No hay comentarios:
Publicar un comentario